LO RETRO ESTÁ DE MODA: Mi Objeto Creativo

Uno de los trabajos que nos mandó nuestro profesor fue crear un objeto creativo ¿Un objeto creativo? ¿Qué se considera creativo? Y luego está el asunto de crearlo, ¿cómo fabricar algo que solo es una difusa idea en mi mente?
Lo primero era organizarme, decidir qué era lo que quería crear y qué material emplearía para ello.
Y todo surgió del típico comentario del abuelo: "hay... los jóvenes, que no sabéis valorar las cosas, el avance, lo fácil y lo rápido que se os da ahora todo..." Y justo eso, las palabras fácil y rápido encendieron mi bombilla. No sabía que iba a fabricar pero si sabía con qué. Negativos. En casa tenía, bueno tenía y tengo, una caja llena de negativos, pero ahora ya, con las camaras digitales, y lo cómodo de su inmediatez, el negativo ha pasado a mejor vida. Y ahí estaban, abandonados al fondo de un cajón asique por qué no darles uso.
Bien, tenía el con qué, pero faltaba lo principal ¿qué? Y aunque no me había dado cuenta estaba ahí, delante de mis narices. Hace unos meses mi padre hizo limpieza de vinilos y por X o por Y descartó unos cuantos, pero como le daba pena tirarlos los reutilizó:

Claro!! Eso era, ¡una lámpara! Era lo ideal para dar uso al negativo, pues al encenderla podría volver a ver esas fotos que tan buenos momentos representan. Asique una vez decidido hice una lista de materiales y me puse manos a la obra:

Mi objetivo era reutilizar cosas que tuviera por casa a las que no estuviéramos dando uso. Así, cogí la tulipa de una lámpara cuyo pie se rompió en su momento y se guardó por eso de: "Oye, pues se guarda que ya la necesitaremos en algún momento...". Tomando el diámetro de la tulipa y utilizando las perforaciones del negativo los uní de forma que cubriesen la tulipa. Una vez que tenía los círculos suficientes para cubrir la tulipa entera lo coloqué, lo pegué y corté lo sobrante. Tenía la parte superior de la lámpara.

Ahora era el turno del poste, el palo, el tallo, no sé cómo llamarlo, pero me entendéis, espero... Tenía el casquillo pero había que sostenerlo a la altura de la tulipa ¿cómo? Pues muy fácil, cogí un tubo de cartón del papel de plata. Por un extremo salía el casquillo, por el otro, el cable. Imprevisto: el casquillo no encajaba en el tubo, bailaba; para darle mayor sujeción utilicé uno de los plásticos transparentes con forma de disco que vienen en las terrinas de CDs vírgenes. Pegué el CD con silicona tanto al tubo como al casquillo. Ahora quedaban dos cosas por hacer, forrar el cartón y sujetar la lámpara a un sitio que le diera estabilidad. Para forrar el cartón decidí hacer un collage con algunas de las fotos que correspondían a los negativos utilizados para hacer la lámpara. Collage hecho, imprimido, recortado, pegado y plastificado. Pero ¿qué poner en el pie? Mi padre me vio dando vueltas por casa buscando una solución y esa noche llegó con algo ideal; una pieza de palé que curiosamente tiene un agujero en su centro que resulto ser del mismo diámetro del tubo de cartón, problema resuelto.

La lámpara ya estaba. Ahora solo faltaba tapar la pieza del palé y hacer un pie vistoso ¿Qué poner? me decidí por un cuenco de cristal el cual rellené de arena y piedras, de esas que se utilizan para hacer centros de mesa. Y listo.
Supongo que después de leer los pasos estaréis intrigados, o eso espero, por ver el resultado, asique no me hago de rogar. El resultado:



Espero que os haya gustado y os parezca un buen objeto creativo. Yo he de confesar que estoy contenta con el resultado. Me gusta la idea de reutilizar cosas que tenemos olvidadas en los cajones; y en el caso concreto de los negativos me parece una buena manera de recordar los viejos tiempos, iluminemos el pasado. Además, ¡ahora lo retro esta de moda!

"La creación nunca ha sido sensata ¿por qué habría de serlo? ¿por qué tú deberías de ser sensato? A lo largo del tiempo lo que un artista necesita es entusiasmo, no disciplina" Julia Cameron.

IDEARIO Y ESTILOS DE VIDA: Me Gusta Ser Así

Un día navegando por la red di con fragmentos de libros y hubo tres que removieron especialmente algo en mi interior. Ahora, hablando de idearios y estilos de vida, quiero compartirlos con vosotros y espero que os hagan reflexionar como lo hicieron conmigo. Sin más:

"Imaginaté que vives sin miedo a ser juzgado por los demás, Ya no te dejas llevar por lo que otras personas puedan pensar de ti. Ya no eres responsable de la opinión de nadie. No sientes la necesidad de tener razón ni de decirle a nadie que está equivocado (...). Imaginaté que vives sin el miedo de amar y no ser correspondido.  Ya no temes que te rechacen y no sientes la necesidad de que te acepten. Puedes decir "te quiero" sin sentir vergüenza y sin justificarte. Puedes andar por el mundo con el corazón completamente abierto y sin el temor de que te puedan herir. Imaginaté que vives sin miedo a arriesgarte y a explorar la vida. No tienes miedo de estar vivo en el mundo y tampoco de morir". Miguel Ángel Ruíz, en su obra Los Cuatro Acuerdos (1997).

"Cuando vemos siempre a las mismas personas terminamos haciendo que pasen a formar parte de nuestras vidas. Y como ellas forman parte de nuestra vida pasan también a querer modificarla. Y si no somos como ellas esperan que seamos se molestan. Porque todas las personas saben exactamente cómo debemos vivir nuestra vida". Paulo Coelho, en su obra El Alquimista (1988).

"Todas las personas, al comienzo de su juventud, saben cuál es su Leyenda Personal. En ese momento de la vida todo se ve claro, todo es posible, y ellas no tienen miedo de soñar y desear todo aquello que les gustaría hacer en sus vidas. No obstante, a medida que el tiempo va pasando, una misteriosa fuerza trata de convencerlas de que es imposible realizar la leyenda Personal (...). Desgraciadamente, pocos siguen el camino que les ha sido trazado y que es el camino de la Leyenda Personal y la felicidad. Consideran el mundo como algo amenazador y, justamente por eso, se convierte en algo amenazador". Paulo Coelho, en su obra El Alquimista (1988)

OBJETO CREATIVO

Si os digo: mostradme un objeto creativo ¿qué me traeríais? Pues esa fue la petición de nuestro profesor de Métodos de Creatividad el primer día de clase ¿Mi elección? tras dar vueltas y vueltas por mi habitación, me decidí, tenía objeto creativo, un libro! Pero no un libro cualquiera, aunque a simple vista lo parezca. Un libro único, y no lo digo por decir sino porque realmente es único.

De niña sentía debilidad por Pocahontas y mis abuelos por mi sexto cumpleaños me regalaron éste libro. Pero no era un libro más, no contaba su historia sino la mía, la nuestra. Junto a Pocahontas estaba yo como su fiel compañera para resolver el misterio del penacho perdido. Así se convirtió en el libro que leía cada noche, ese que mi madre tenía que arrancarme de las manos para que fuese a dormir, el libro que era capaz de recitar de memoria.
Creativo, único, hecho cuidando hasta el último detalle, y además con un gran valor sentimental para mí. Éste es mi objeto creativo.

"Todo niño es un artista. El problema es cómo mantenerse siéndolo una vez que se ha crecido" Pablo Ruiz Picasso

Pensamiento creativo es mi rincón, el lugar donde intentaré dar forma a ese dificil concepto de creatividad. Y digo difícil porque realmente me lo parece, no todo es creativo, y aunque todos somos capaces de crear, mentes creativas, no todos somos capaces de desarrollarlo y potenciarlo. Aquí compartiré mi visión de la creatividad. Y... ¿por qué no empezar ahora mismo?

Ya que se supone que lo mio es lo audiovisual, y digo mio porque es a lo que pretendo dedicarme en un futuro -aunque el porvenir se presenta un poco negro- os enseñaré un anuncio con el que di de pura casualidad, pero que me parece una muestra perfecta de creatividad.

 

Estamos todo el día rodeados de publicidad, tan acostrumbrados a ella que nos pasa inadvertida aunque nos estemos dando de bruces con ella. Por eso la publicidad necesita ahora, más que nunca, llamar nuestra atención, quedarse grabada en nuestra retina, en definitiva, ser creativa. Y no me podeis negar que este anuncio lo consigue. De forma sencilla, pero eficaz.

"La originalidad no consiste en decir cosas nuevas, sino en decirlas como si nunca hubiesen sido dichas por otro" Goethe